La composición del suelo es heterogénea. Componentes comunes que componen el suelo: arcilla, arena, humus. La combinación de los elementos tierra, agua y aire es capaz de presentar diferentes cualidades. En base a estas características, se acostumbra distinguir entre suelo seco sin estructura y suelo estructurado. Cada tipo de terreno tiene características que se deben tener en cuenta a la hora de plantar y cultivar.
¿Qué es el suelo sin estructura?
Naturalmente, debido a la agricultura intensiva, la capa superior del suelo pierde rápidamente nutrientes y microelementos y se seca. Si toma parte de esa tierra en sus manos, es fácil molerla casi hasta convertirla en polvo.Durante el uso, el suelo pierde humus y humus, y las partículas pequeñas no se pegan formando grumos. No será posible obtener grandes rendimientos al cultivar en esas tierras.
Después de que cae la precipitación, se forma una costra densa en la superficie de los lechos y la humedad se evapora rápidamente. Debido a la alta cohesión de las partículas, el aire prácticamente no penetra en el suelo. La presencia de partículas de arcilla reduce significativamente la calidad del suelo.
Características del suelo estructural.
La fertilidad del suelo se puede evaluar por su composición. Además, es necesario examinar la capa superior de la capa de tierra, donde se forma y se desarrolla el sistema de raíces de la mayoría de los cultivos. Si un puñado de tierra en sus manos se rompe en trozos de 0,25 a 1,1 cm, entonces el suelo se puede definir como estructural (en trozos finos). Cada trozo de tierra contiene partículas de arena y arcilla, unidas por humus, y es difícil de eliminar con agua. Ventajas del suelo:
- contiene suficiente aire para que las raíces “respiren”;
- los microorganismos se desarrollan bien en suelo estructural;
- la presencia de sales minerales, fácilmente solubles en agua, proporciona nutrición a las plantas;
- el suelo absorbe líquido libremente durante el derretimiento de la nieve o la precipitación y retiene la humedad durante mucho tiempo.
El suelo estructurado es ideal para la agricultura. La cubierta vegetal y las raíces de las plantas contribuyen simultáneamente a la estructuración del suelo. Pero se pueden identificar varios factores que empeoran la calidad del suelo: el calor y las heladas, las plantas secan el suelo y seleccionan sustancias útiles, la maquinaria pesada compacta las capas, destruyendo los poros pequeños y grandes de la tierra.
Métodos habituales para restaurar la estructura del suelo: labranza mínima (método sin vertedera), aflojamiento superficial, distribución de residuos vegetales sobre la superficie.
¿Cuál es la diferencia?
En primer lugar, la diferencia entre suelo estructurado y estructurado radica en la cantidad de esfuerzo que se debe dedicar a su cultivo:
- El suelo estructural se forma en terrones separados, grandes o pequeños. Cada bulto tiene una coherencia separada debido a la gravedad, las raíces de las plantas entrelazadas y el humus. Dado que el suelo no tiene una cohesión uniforme, es fácil desenterrar. Los principales esfuerzos deben dedicarse a romper las raíces de las plantas;
- Al cultivar suelos sin estructura, se deben dedicar importantes esfuerzos a superar la cohesión y romper los restos de raíces de las plantas. La peculiaridad del suelo no estructural es que cuanto mayor es la cohesión, más difícil es su procesamiento. Para desenterrar chernozem sin estructura, en comparación con uno estructurado, será necesario dedicar entre 40 y 45 veces más esfuerzo.
Los suelos también difieren en su idoneidad para la agricultura. Por supuesto, en una capa superficial suelta, fertilizada, bien ventilada y humedecida, las plantas darán mejores frutos y requerirán menos atención.
Varias medidas ayudarán a mejorar la calidad del suelo sin estructura. En primer lugar, se cambia la composición del suelo (el suelo arenoso se enriquece con arcilla, chernozem y el chernozem pegajoso se "diluye" con arena). Pero cualquier suelo debe enriquecerse periódicamente con aditivos orgánicos y fertilizantes minerales.
Los jardineros experimentados recomiendan cubrir todas las camas con mantillo. Como regla general, el mantillo crea condiciones favorables no solo para el crecimiento de las plantas, sino también para el desarrollo de microorganismos y lombrices del suelo. Gracias a su actividad vital, mejora la estructura de la tierra y aumenta la fertilidad.