El suelo del planeta es heterogéneo, existen muchos tipos. Consideremos las características y características del suelo de turba, sus propiedades físicas, químicas y mecánicas, qué tipos de este suelo existen. Qué tipos de plantas se pueden cultivar en suelo de turba, cómo y qué se puede hacer para mejorar sus características y aumentar el rendimiento de los cultivos.
¿Qué es el suelo de turba?
El perfil de dicho suelo, en su totalidad o en su mayor parte, está formado por turba de diversos grados de descomposición y composición orgánica. El espesor del horizonte puede alcanzar 0,5 mo más, debajo hay roca mineral, densa o viscosa.
El color de la capa de turba varía del marrón al marrón claro y al negro-marrón. La masa queda suelta, relativamente ligera y húmeda, se rompe o se desmorona en las manos.
El suelo de turba es característico de las regiones del norte: tundra y taiga, especialmente en Siberia occidental, y se encuentra, aunque con menos frecuencia, en zonas pantanosas y planas o en pendientes. Ya en la zona de estepa forestal prácticamente no existen tales suelos. Los suelos de turba se forman bajo musgo o vegetación herbácea, con menos frecuencia, bajo bosques de coníferas y de hojas pequeñas.
Características y propiedades principales.
Los suelos de turba se forman en regiones con un clima húmedo, es decir, donde la humedad, superficial y del suelo, excede la evaporación de la humedad de la superficie. También es característica la saturación insuficiente de horizontes con oxígeno, por lo que durante la descomposición de la materia orgánica predominan los procesos anaeróbicos. Por tanto, el suelo de las turberas resulta ácido y requiere encalado.
Variedades
El tipo de suelo de turba y sus propiedades, composición química y aspecto determinan el tipo de turbera en la que se forma. Los suelos altos se forman en pantanos ubicados en llanuras en las que el flujo de agua es limitado, por lo que están muy humedecidos.Se caracterizan por un bajo grado de descomposición, acidez, estructura fibrosa, húmedos, no contienen muchos nutrientes ni microorganismos beneficiosos y pueden contener compuestos nocivos para las plantas. De color marrón amarillento.
Los suelos de turba de tierras bajas se forman en pantanos, que se ubican en amplias hondonadas con una ligera pendiente. La humedad proviene de abajo, de los horizontes inferiores, y por tanto está saturada de minerales que enriquecen la capa superior. El suelo de turba bajo tiene un mayor grado de descomposición de residuos, una reacción ligeramente ácida, es más seco y oscuro, contiene más humus y nutrientes. Su fertilidad natural es mayor, está mejor desarrollado y la vegetación en esos suelos es más diversa que en los terrenos elevados.
Según el espesor de la capa de turba, el suelo de turba se divide en 3 grupos: menos de 20 cm – fino, 20-40 cm – medio-grueso, más de 40 cm – potente.
¿Qué se puede cultivar en suelo de turba?
A pesar de la fertilidad generalmente baja, en ese suelo se pueden cultivar arbustos de bayas: frambuesas, moras, madreselva, grosellas y variedades ornamentales. También es adecuado para flores que aman un ambiente ácido, para verduras: solanáceas, pepinos, repollo, calabacines, cebollas, tubérculos, lechugas y otras verduras. Pero para conseguir una buena cosecha es necesario aplicar fertilizantes.
Las ventajas del suelo de turba para el cultivo de plantas: es ligero y suelto, no requiere excavación ni aflojamiento frecuentes, aporque y deshierbe son más fáciles que, por ejemplo, el suelo franco. No se compacta después de las lluvias, las raíces de las malas hierbas se arrancan fácilmente.
Las plántulas de hortalizas y flores crecen bien en suelo de turba, los esquejes echan raíces, proporciona las condiciones óptimas para la germinación de las semillas y el crecimiento de las plántulas, es húmedo, ligero, suave y cálido. La tierra pantanosa se puede utilizar para cubrir invernaderos para el cultivo de hortalizas tempranas. Debido a su estructura suelta, es fácil de cuidar, las plantas se desarrollarán rápidamente y pronto comenzarán a dar frutos, ya que tienen fácil acceso al agua y a los nutrientes.
Formas de mejorar
Los suelos de turba a menudo requieren: drenaje (ya que aumenta el nivel de humedad en ellos), tratamientos especiales y fertilizantes. Es necesario aplicar fertilizantes orgánicos (humus, compost, estiércol fresco) y minerales, tanto en otoño, primavera como durante la temporada de alimentación. Por lo general, el suelo de turba requiere desoxidación, por lo que antes de plantar las primeras plantas, debe agregar cal apagada o tiza y ceniza de madera.
El mismo efecto se consigue con la arcilla seca y triturada, que al mezclarse mejora la estructura y permite que el suelo retenga más elementos minerales, lo que lo hace más fértil. Las dosis de fertilizantes, arena y cal dependen del tipo de suelo turboso, el nivel de acidez, la composición química y las características físicas.
Las tierras de turba se pueden utilizar en agricultura solo después de un drenaje y mejora obligatorios. Sin llevar a cabo medidas agrotécnicas, no será posible obtener una buena cosecha.Esto se ve obstaculizado por las características naturales del suelo: acidez, baja capacidad calorífica, excesiva saturación de humedad, pobreza de humus y elementos minerales.