El “Tomate Sandía” es uno de los tomates más deliciosos que se pueden cultivar en el huerto de su casa. El fruto del arbusto de esta variedad tiene un color rayado original y único, de ahí su nombre. En cuanto a su color principal, la “Sandía” se puede atribuir a la variedad negra, ya que la gama de colores del fruto comienza en el rojo oscuro y termina en un marrón, cercano al negro.
La planta en sí tiene hojas pequeñas, de color verde brillante y de tamaño más cercano al mediano.Las inflorescencias son de tamaño normal y comienzan a aparecer después de que hayan florecido las primeras 8-9 hojas, luego el intervalo disminuye a 3 o 4 hojas por inflorescencia. Los nidos de la planta varían de tres a cinco, pero su número puede aumentar.
Excelente actuación
Los tomates sandía son una especie alta, por lo que es rentable cultivarlos; con la disposición vertical correcta, podrá aumentar significativamente la cantidad de frutos. Además, al proporcionar a cada fruta acceso a mucha luz solar y aire, puede aumentar el rendimiento de cada arbusto.
En general, la ubicación es clave para esta variedad ya que los frutos son muy susceptibles a pudrirse y enfermedades fúngicas si se colocan en una mala posición.
variedad de fruta
Esta variedad de tomate es conocida principalmente por el tamaño de sus frutos. Tienen una forma redonda casi regular, ligeramente plana en la parte superior del tallo, que también suele tener nervaduras. La pulpa, la principal ventaja, es jugosa, suave, pero a la vez carnosa, en su interior también hay muchas cámaras, completamente llenas de semillas.
Cada fruto tiene una buena característica, cada uno alcanza los 150 gramos de peso, mientras que un arbusto puede pesar hasta 3,5 kilogramos y, en algunos casos, incluso 5 kilogramos. Quienes hayan plantado tomates comprenderán que esta cifra es más que impresionante.
Producto delicioso
La “sandía” tiene un valor gastronómico especial de la fruta y es perfecta para ensaladas frescas, haciéndola mucho más dulce y sabrosa. Este valor también se multiplica por el hecho de que los frutos de esta variedad pueden madurar en cantidades de varios trozos en un arbusto y, una vez maduros, permanecer en él durante mucho tiempo.
Por lo general, los arbustos tendrán frutos todo el tiempo, desde el inicio de la maduración hasta la primera helada. Por lo tanto, incluso con un jardín prácticamente vacío, aún tendrá la oportunidad de disfrutar de tomates frescos y sabrosos recién plantados.
Características agrotécnicas
Cualquiera que haya plantado tomates "Sandía" sabe que son perfectos para plantar al aire libre, bajo película y en invernadero. La planta se sentirá muy bien en cualquier lugar y producirá buenos frutos. Al estar a mitad de temporada, pasarán nada menos que ciento diez días desde la aparición de los brotes hasta el inicio de la maduración de los primeros frutos.
Para que la planta se sienta bien, la siembra de semillas no debe realizarse antes de marzo, y es mejor colocar los brotes en el invernadero en mayo. Aunque, si abril fue cálido y el clima no empeora, puedes esperar un poco más de cuarenta días desde la siembra y plantar los brotes.
Preparándose para el aterrizaje
Antes de plantar plántulas en el suelo, conviene endurecerlas. El método para ajustar la temperatura en la habitación donde se encuentra recibió excelentes críticas. Durante el día se debe subir a 19 grados centígrados y por la noche se debe bajar a no menos de 17 grados centígrados. Después de esto, puedes trasladar las plántulas al invernadero, plantándolas en forma de tablero de ajedrez siguiendo un patrón de 40 X 60 centímetros.
De esta forma dejarás suficiente espacio para que las plantas crezcan, y durante la cosecha y al atar los arbustos sentirás todos los beneficios de esta disposición. Las plántulas que plantes en el suelo debes sacarlas con cuidado de las macetas, dejando un poco de tierra en las raíces.
Cuidados de cultivo
El proceso de cuidado de los arbustos de tomate tiene una descripción sencilla.El riego, elemento más importante, debe realizarse de forma que bajo ningún concepto caiga agua sobre las hojas, de lo contrario se producirán quemaduras en las mismas. Si decide colocar el cultivo en un invernadero, lo mejor es construirlo con una película densa o carbonato celular simple. En tales condiciones, es necesario controlar cuidadosamente el crecimiento del arbusto, formando un tallo principal y atándolo regularmente al soporte principal. El crecimiento debe mantenerse hasta un máximo de dos metros, después de lo cual, incluso durante la temporada de crecimiento, es necesario pellizcar su borde.