La principal ventaja de la miel es que no sólo es un manjar, sino también un producto saludable. Por tanto, la cuestión de la calidad no es ociosa. La “autenticidad” puede determinarse mediante varios criterios: sabor, consistencia, color, olor. A veces, a los compradores les preocupa el problema: por qué la miel casera no huele a miel. Porque olores específicos o extraños pueden indicar que el producto es falsificado.
¿Por qué huele la miel?
Las sustancias volátiles (ésteres, alcoholes, aldehídos) confieren al producto de miel su olor peculiar.Durante el almacenamiento prolongado, las sustancias aromáticas se evaporan y el olor suele aparecer al abrir un recipiente con una golosina o al agregar dulzura al té caliente.
Pero a veces resulta decepcionante que el producto huela a orina. Las razones de esto pueden ser diferentes: la sustancia se calentó varias veces y no se almacenó bien. A veces, incluso un producto fresco puede desprender un ligero olor a estiércol. Este efecto se observa si se bombea miel verde que ha fermentado o si las abejas recolectan polen de plantas que tienen un olor específico (arce negro).
Cómo distinguir la miel natural de forma diferente
La evaluación externa de un producto muchas veces no es suficiente para garantizar su naturalidad o la ausencia de aditivos extraños. Hay varias formas populares de comprobar la calidad de los dulces en casa:
- Si se calienta una porción de miel "pura" en una solución de alcohol al 50%, el producto se disolverá casi por completo. La aparición de precipitación, turbidez de la solución significa la presencia de impurezas (con mayor frecuencia almidón, azúcar de uva);
- se espolvorea una gota de miel con almidón. Si el polvo conserva la apariencia de una "tapa" blanca, significa que la golosina no contiene impurezas extrañas. Los aditivos no naturales suelen reaccionar con el almidón;
- Se coloca una pequeña porción de dulces sobre papel. El producto, diluido con agua, formará una mancha líquida en la superficie del papel o incluso filtrará a través de la hoja. Y la dulzura natural “permanecerá sin cambios”;
- La miel pura, sin impurezas, se convierte en un líquido transparente cuando se calienta. La turbiedad del producto calentado indica la presencia de aditivos;
- la formación de espuma en la superficie significa que el néctar no estaba maduro o ha fermentado;
- Se añaden unas gotas de yodo al producto diluido con agua tibia.La aparición de un tinte azul en una sustancia significa la presencia de almidón.
A la hora de valorar un manjar hay que tener en cuenta la posibilidad de la presencia de partículas de cera, polen, propóleo o pan de abeja.
El olor del producto fresco es único, incluso algo picante, y el sabor contiene notas ácidas.
Olores extraños
La golosina puede tener un olor atípico. La presencia de olores desagradables puede deberse a varios motivos:
- la presencia del olor a estiércol puede explicarse por la ubicación cercana del colmenar a las granjas, pero la miel absorbe bien los aromas extraños;
- Algunos apicultores observaron que las abejas se alimentaban de caramelo y melaza de tanques almacenados en las vías del ferrocarril. Naturalmente, en tales condiciones, el producto de miel olerá a caramelo;
- Si sumerges un cuchillo caliente en una golosina y lo retiras, no quedará nada en la punta. El dulzor falsificado forma un producto quemado en la punta;
- El aroma de la miel verde tiene ligeras notas de acidez. Este manjar no se conserva bien;
- A veces el aroma contiene notas medicinales peculiares. Esta situación ocurre cuando los marcos de las polillas se tratan con productos químicos o cuando las abejas se tratan poco antes de que fluya el néctar.
¿Cómo debería oler la miel real?
El aroma del manjar depende de varios factores (condiciones climáticas, abundancia de floración), pero la mayoría de las veces está determinado por el tipo de plantas de las que las abejas recolectaron el néctar:
- las flores de trigo sarraceno y cilantro añaden notas especiadas al dulzor;
- el producto adquiere un olor específico gracias al polen recogido de los castaños en flor;
- el tilo en flor, la acacia y el trébol aportan sutiles notas aromáticas al néctar;
- La miel de pradera, la miel de mayo y la miel de hierbas tienen un rico aroma floral.
Al elegir una golosina, es necesario tener en cuenta que la mayoría de las veces la dulzura no tiene un aroma pronunciado. Una sustancia almacenada en un recipiente abierto pierde rápidamente su aroma único a miel.
Los apicultores ofrecen a los consumidores una selección de productos dulces para todos los gustos. Para no equivocarte con tu compra, debes elegir cuidadosamente el dulce, teniendo en cuenta sus características. En caso de duda, es recomendable realizar una pequeña prueba de la golosina en casa.